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Tres formas de afrontar las dificultades de la vida

Afrontar las dificultades de la vida no es tarea fácil, en ocasiones intentamos anestesiarnos alejándonos del dolor, sin darnos cuenta que evadirlas es riesgoso porque paradójicamente tratando de evitar el dolor llegará de sorpresa y no tendremos los recursos personales para hacerle frente y reponernos, por tanto, enfocarnos en las dificultades desplegando nuestras habilidades con una actitud mental positiva da paso a la aceptación, lo que conlleva a cultivar la paz interior.

 

Tres consejos desde la filosofía Oriental que pueden ayudarnos a hacer frente de manera positiva a las situaciones difíciles:

 

1.- Afrontar los problemas cuando aparezcan y luego soltarlos, muchos de nuestros problemas aparecen porque sentimos que son muy grandes, que nos sobrepasen causando temor y cuando salimos de ellos y los superamos, entonces seguimos rumiándolos, no lo dejamos ir sino que lo engordamos llevándolo a proporciones bastante fatalistas. Ese pensamiento negativo que se queda con nosotros nos daña y nos hace sufrir. Vivir el presente, el Aquí y Ahora alivia, nos acerca a tomar conciencia de lo que hay a nuestro alrededor, de las cosas que podemos hacer para cambiar y cuando aceptar lo que no podemos cambiar, esta es una actitud compasiva con nosotros mismos. ¡Cuando resuelvas el problema déjalo atrás en el pasado ya no es parte de ti en el presente!

2.- Las acciones definen, las creencias no tanto, actúa en función de tu creencia, ser un cristiano, un católico o un budista que solo profesa ideas no hace que seamos mejor sino las acciones que invitan a construir un mundo mejor. El estilo de pensamiento que mantengamos ayudará a relacionarnos con el mundo saludablemente, nosotros le damos importancia a las cosas según nuestros propios mapas mentales, los pensamientos rígidos son la base del sufrimiento, y en realidad las creencias existen para colmar la vida, llenarnos de gratitud y permitirnos hacer una mejor versión de nosotros mismos, no para crear corazas, defensas y levantar barreras con y hacia los demás.  

3.- Cada uno da lo tiene nosotros juzgamos al mundo como somos, por tanto, si una persona es hostil asumirá que los demás actúan de esa manera, esto sucede por un mecanismo de defensa psicológico llamado “proyección”, se refleja en los demás lo que en realidad somos, las propias virtudes, defectos incluso carencias, la mayoría de las veces no reconocidas. Cuando coincidas con alguien que proyecta su rasgo negativo no intentes justificarte o explicar; sin atacar puedes reflejarle calmadamente que no es la realidad, sino su forma de entender y ver el mundo.

 

Pon en práctica estos consejos y cuéntanos cómo te fue

 

¡Saludos!

 

 

 

Karen Campo
Psicóloga Especialista en Sexualidad, Pareja, Manejo de la ansiedad
kcampo@psicoclic.com