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Karen campo
Especialista en Sexualidad, Pareja y Manejo del estrés
Karen campo
Especialista en Sexualidad, Pareja y Manejo del estrés
La resiliencia es esa capacidad para afrontar y superar situaciones difíciles, de sobreponerse a la adversidad usando los recursos propios en función de la nueva circunstancia y las necesidades, saliendo fortalecido de esa situación negativa transformándola en éxito personal, familiar e incluso social.
La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar, no es un rasgo con el cual se nace, se trata de un proceso que se desarrolla en interacción con el entorno y con los demás formando un hábito.
A grandes rasgos te presentamos los cinco hábitos de las personas que practican la resiliencia:
1.- Miran las dificultades como oportunidades para aprender, encaminan la crisis para generar un cambio, aprender, crecer y desarrollar el máximo del propio potencial. Mantienen una actitud activa que les permite centrarse en el problema y alcanzar los objetivos, esta actitud abierta actúa sobre la autoestima y la autoconfianza.
2.- Ven la vida de manera realista a la luz del optimismo, asumen el problema como un reto, enfocan el pensamiento hacia la resolución del problema, por lo que no se plantean metas irrealizables, sus esfuerzos para adaptarse se centran en gestionarse emocionalmente y le sacan partido a lo positivo encaminándose a objetivos que son posibles, sintiéndose seguras de que lo pueden lograr. Tienen conciencia plena de que los momentos de crisis pasan y el resultado dependerá de la manera en cómo reaccionan.
3.- Se rodean de personas con actitud positiva, una persona resiliente interactúa con todo tipo de personas, pero suele unirse con personas receptivas que conforman y mantienen un grupo que apoya, que es facilitador, que enriquece y nutre, compartiendo el optimismo y la búsqueda por la superación personal, el equilibrio, así como la satisfacción.
4.- Son flexibles ante los cambios y cuentan con gran tenacidad, no dejan de buscar sus metas, son capaces de apartar los pensamientos negativos y no rumiarlos, buscan opciones, alternativas, enfoques distintos a cómo se pensó inicialmente, lo que aumenta la capacidad para adaptar los planes y transformar la meta cuando es necesario, no se aferran a una única solución.
5.-Practican la conciencia plena, el estar en el presente es un hábito altamente saludable, vivir en el Aquí y el Ahora da una gran capacidad de aceptar las experiencias como se presentan, tienen conciencia de que no pueden cambiar la situación, así que la aceptan y fluyen, sacando el mayor provecho de ella.
Karen Campo
Psicóloga
kcampo@psicoclic.com
¡Si cambias el pensamiento cambiará tu mundo!
Una de las creencias más limitantes es pensar en extremos, vemos el negro o el blanco, pero se nos dificulta mirar las tonalidades entre ambos, vamos adormeciendo la conciencia y haciendo que deje de existir los grises. Un estilo de pensamiento rígido o dual es la base del sufrimiento, al ver la vida como buena o mala, positiva o negativa, grata o ingrata nos limita invitando a ver el mundo de manera estrecha, a ser radicales e intolerantes.
Las personas rígidas mentalmente creen que solo hay una manera correcta de hacer las cosas, por tanto, asumen que su punto de vista es el correcto y que el de los demás está errado, lo que conlleva a invalidar y a no reconocer al otro, suelen ser poco dispuestas al cambio, les asusta, se aferran a su viejo patrón mental negándose a moverse, experimentan ansiedad y malestar ante lo diferente, que por lo general lo consideran una amenaza, todo ello impide un crecimiento emocional, personal y social.
En un pensamiento no dual, los polos son unos puntos más de un continuo y no necesariamente son antagónicos sino complementarios porque se necesitan mutuamente, por tanto, todas las experiencias tienen una parte positiva y otra negativa, y nosotros le damos más importancia a una u otra según nuestros propios mapas mentales, definitivamente cómo entendamos la vida la vivimos.
Así que si queremos cambiar, hay que empezar por cambiar la forma de pensar. Este cambio nos permitirá abrir la mente lo suficiente como para comprender que incluso las experiencias aparentemente negativas encierran una oportunidad o, al menos, una enseñanza que puede convertirnos en personas más sabias o resilientes y las experiencias aparentemente positivas muchas veces a largo plazo no son tan positivas, en ocasiones pueden regalarnos una suerte de comodidad que nos deja aquietados privándonos de aprendizaje y crecimiento.
Superar la estrechez mental permite que las ideas vayan más allá, la flexibilidad mental se puede aprender y desarrollar, así que, si estás en un momento de revisión, de apertura y quieres ver el mundo desde otra óptica estos tips vienen muy bien:
Saludos!
Karen Campo
Psicóloga
Una visión pesimista de la vida nos da la capacidad de transformar posibles triunfos en fracasos y derrotas. Los pesimistas cargan en su mente pensamientos negativos y distorsionan la visión de su mundo en algo oscuro y sombrío, lo cual los hace ver una vida sin esperanza de ningún tipo.
Antes de controlar un pensamiento negativo tenemos que reconocer cuál o cuáles son las distorsiones mentales que conducen al pensamiento pesimista y por ente a la depresión. Si crees que eres una persona pesimista reconocerás todos o al menos la mayoría de los siguientes identificadores que te mencionaremos a continuación:
Si te estás diciendo a ti mismo que te sientes muy mal, anota los pensamientos, compáralos con estos identificadores y reflexiona las posibles soluciones. Si sientes que tienes dificultades en identificar y controlar tus pensamientos negativos, pide una consulta y con gusto te atenderemos.
¡Saludos!.
Valeska Clavel
Psicóloga
vclavel@psicoclic.com
Afrontar las dificultades de la vida no es tarea fácil, en ocasiones intentamos anestesiarnos alejándonos del dolor, sin darnos cuenta que evadirlas es riesgoso porque paradójicamente tratando de evitar el dolor llegará de sorpresa y no tendremos los recursos personales para hacerle frente y reponernos, por tanto, enfocarnos en las dificultades desplegando nuestras habilidades con una actitud mental positiva da paso a la aceptación, lo que conlleva a cultivar la paz interior.
Tres consejos desde la filosofía Oriental que pueden ayudarnos a hacer frente de manera positiva a las situaciones difíciles:
1.- Afrontar los problemas cuando aparezcan y luego soltarlos, muchos de nuestros problemas aparecen porque sentimos que son muy grandes, que nos sobrepasen causando temor y cuando salimos de ellos y los superamos, entonces seguimos rumiándolos, no lo dejamos ir sino que lo engordamos llevándolo a proporciones bastante fatalistas. Ese pensamiento negativo que se queda con nosotros nos daña y nos hace sufrir. Vivir el presente, el Aquí y Ahora alivia, nos acerca a tomar conciencia de lo que hay a nuestro alrededor, de las cosas que podemos hacer para cambiar y cuando aceptar lo que no podemos cambiar, esta es una actitud compasiva con nosotros mismos. ¡Cuando resuelvas el problema déjalo atrás en el pasado ya no es parte de ti en el presente!
2.- Las acciones definen, las creencias no tanto, actúa en función de tu creencia, ser un cristiano, un católico o un budista que solo profesa ideas no hace que seamos mejor sino las acciones que invitan a construir un mundo mejor. El estilo de pensamiento que mantengamos ayudará a relacionarnos con el mundo saludablemente, nosotros le damos importancia a las cosas según nuestros propios mapas mentales, los pensamientos rígidos son la base del sufrimiento, y en realidad las creencias existen para colmar la vida, llenarnos de gratitud y permitirnos hacer una mejor versión de nosotros mismos, no para crear corazas, defensas y levantar barreras con y hacia los demás.
3.- Cada uno da lo tiene nosotros juzgamos al mundo como somos, por tanto, si una persona es hostil asumirá que los demás actúan de esa manera, esto sucede por un mecanismo de defensa psicológico llamado “proyección”, se refleja en los demás lo que en realidad somos, las propias virtudes, defectos incluso carencias, la mayoría de las veces no reconocidas. Cuando coincidas con alguien que proyecta su rasgo negativo no intentes justificarte o explicar; sin atacar puedes reflejarle calmadamente que no es la realidad, sino su forma de entender y ver el mundo.
Pon en práctica estos consejos y cuéntanos cómo te fue
¡Saludos!
Karen Campo
Psicóloga Especialista en Sexualidad, Pareja, Manejo de la ansiedad
kcampo@psicoclic.com